25 enero 2011

Desayuno

Es que sólo no entiendo. Picas unos cuadritos de jamón y unos cubitos de queso. Truenas dos huevos en un plato hondo, los bates con un tenedor y le agregas sal y pimienta. En un sartén pones un poco de aceite y ya que está caliente le pones el jamón, después el huevo y al final el queso. Lo revuelves hasta que este listo y lo sirves. Todo esto te lleva un buen rato y yo no entiendo. Tú como siempre desayunas cereal, te lo sirves y le pones leche muy fría. Te sientas en el lugar puesto a la derecha como todos los días y colocas los huevos revueltos en el de la izquierda. Nunca he entendido por qué le sigues preparando el desayuno a Roberto si nunca lo va siquiera a tocar, si lo enterraron hace ya cincuenta años.

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