04 febrero 2011

Nariz

El problema es simplemente que soy narizón. Excesiva y ridículamente narizón. Mi nariz mide 23.5 centímetros de la punta a las cejas, y para colmo, es ancha y  aunque cae en picada sobre mi boca, al final está un poco respingadita. Me veo chistoso, si por eso divierto a la gente, pero aparte de eso, mi nariz es un verdadero problema.

 Además de que me apodaron “el pez espada” desde primaria, a las mujeres les da miedo besarme y la verdad es que ni siquiera quieren porque aparte de chistoso me veo feo. Tengo 25 años y nunca he sentido los labios de una mujer en mi boca, y la única que lo intentó (por apuesta) ni siquiera logró besarme porque mi nariz se lo impedía.

No he tenido mujeres pero tampoco verdaderos amigos, ni siquiera en kínder. De pequeño, las mamás de mis compañeros pensaban que tenía un tipo de enfermedad contagiosa y no dejaban que sus hijos se acercaran a mí con miedo de que les saliera una aleta como la que yo tenía en medio de la cara, pero ellos fueron definitivamente más suertudos y crecieron con narices normales.  Primaria fue horrible para mí, mis años de secundaria y prepa, un completo infierno. Y el primer día de la carrera renuncié a ella porque tres maestros me sacaron del salón porque pensaron que me burlaba de ellos, sin darse cuenta que eran ellos los que se reían de mí.

 No he tenido amigos jamás, la mayoría de las personas que conozco no pueden evitar hacerme burla o simplemente se ríen intermitente cuando me voltean a ver y los pocos allegados que no se burlaron de mi característica física (mínimo no frente a mí) acabaron desesperándose de las limitaciones que me causa.

En la cuestión laboral, mi nariz también es un problema. Cuando era joven quise ser motociclista, y la verdad es que era talentoso, pero la pantalla del casco nunca cerró. Mi carrera política fracasó por la cantidad de caricaturas que hicieron de mi cuando apenas era un achichincle del presidente municipal, no se hable de la cantidad que surgieron el año entero que fui maestro en una secundaria. Por último intenté trabajar en una revista pero resulta que eso tampoco funcionó.

Esto es porque mi nariz acorta enormemente mi visibilidad. Tengo problemas de columna y unos dolores de cuellos tremendos que no permiten que duerma bien, todo porque me tengo que doblar de unas maneras muy raras para leer, escribir, dibujar y pintar.

Esta nariz no sólo me impide ver papeles sino también mi propia comida así que tres veces al día me lastimo los ojos moviéndolos como bizco, o como montaña rusa. Claro, esto además de lastimar mi espalda y mi cuello. Hay otros alimentos que simplemente me es imposible comer porque no caben entre mi boca y mi nariz, como los elotes y los helados en cono, los cuales siempre he querido probar.

Es triste que algún día pensé que mínimo podría obtener un Record Guiness, y hacerme de una buena lanita, pero claro que siempre resulta que hay un hindú mejor que tú, o bueno, peor porque su nariz mide 23.8 centímetros, tan sólo .3 más que la mía.

Y a lo mejor el mundo que quiero ya dejar, pensará que pudiera ser comediante, ya con un gran “bonus” de chistoso incluido a la mitad de mi cara. Pero tristemente mi talento es más bien matar los chistes. La gente sólo se ríe de mi nariz no de lo que cuento y luego se hartan y se aburren, ante semejante personaje trágico que parece que tiene pico además de boca.

La gota que derrama el vaso es que mi nariz es “no operable” nunca he entendido por qué, ya que el lenguaje médico me parece muy complejo. Pero he recurrido con más de 59 cirujanos de diferentes ideologías y nacionalidades, incluso les he dado su mochada a algunos, pero sin excepción, todos, después de horas de analizar radiografías y otros tipos de muestras, sólo han agitado su cabeza y me han dicho que es simplemente imposible. Mi nariz es un suceso extraño e incomprensible para la medicina tradicional, oriental, alternativa y occidental.

He decidido quitarme la vida. No culpo a nadie,  ni a mí mismo. Es sólo por un problema que he acarreado toda mi vida. El problema es simplemente que soy narizón. Excesiva y ridículamente narizón.

1 comentario:

  1. Que buena historia, triste pero simpàtica a la vez. Pobre hombre de excesiva y ridicula nariz.
    Tu admirador secreto.
    Besos

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